¿QUÉ ES?
Es una droga que se produce al calentar el clorhidrato de cocaína con bicarbonato sódico y agua. El resultado: una cocaína que se puede fumar y que es mezclada con diversos materiales nocivos para hacerla rendir, como polvo de ladrillo, arena, tiza, talco, y diversas sustancias tóxicas.
Su bajo costo constituye factores que han incidido en el incremento de su consumo.
¿CÓMO SE CONSUME?
Esta droga conocida con diversos apelativos como “susto, zuco, pistolo” y su forma de presentación para la venta en “bichas”, se consume fumándola en cigarrillos (“soplar”), mezclándola con tabaco, en pipas (“carro”) o aspirando el humo tras calentar la droga en papel aluminio.
Precisamente, el nombre del basuco en inglés (crack) se deriva del sonido que produce la ruptura de los cristales al calentarse para ser fumado.
¿CÓMO ACTÚA?
El basuco es un estimulante que actúa sobre el Sistema Nervioso Central (SNC), produciendo efectos intensos en la experimentación de las sensaciones gratificantes y en los niveles de activación de la persona.
La persona experimenta una euforia inicial acompañada de una hipervigilancia (la persona esta muy pendiente de cada estímulo que se presenta a su alrededor) e hiperactividad (continuo movimiento e incapacidad de permanecer quieto).
DEPENDENCIA
El dependiente termina aislado de su entorno social, laboral y familiar por una razón muy clara: difícilmente el basuco permite un uso recreativo y esporádico, pues el consumidor, llevado por las vertiginosas y potentes subidas y bajadas, necesitará un nuevo consumo con mucha rapidez.
CONSECUENCIAS DE LA DEPENDENCIA
A nivel emocional el desasosiego se convierte en un estado permanente, en el que los cambios abruptos de los estados de ánimo son la constante. La oscilación entre agresividad, la indiferencia, el aislamiento, la tristeza y la depresión caracterizan la vida emocional de la persona dependiente del basuco.